miércoles, 25 de agosto de 2010

Área arqueológica de Morerías en Mérida


Entre el Puente Romano y el Puente Lusitania, y bajo el moderno edificio de las Consejerías de la Junta, en Mérida, se encuentra un yacimiento arqueológico de enorme valor histórico. Se trata de un "barrio" de fundación romana, pero sobre el que se han ido superponiendo construcciones visigodas, islámicas, medievales, contemporáneas... Toda una lección de historia.


Durante su recorrido encontraremos los restos de 200 m. de muralla de la época fundacional de Emérita Augusta (Siglo I a.c.). Sobre el muro inicial, con el paso de los años, se fueron añadiendo refuerzos, aumentando su grosor, sobre todo en la época visigoda, hasta que fueron definitivamente abandonadas tras la llegada de la invasión islámica, durante la cual la población prefirió organizarse entorno al Alcazaba.


Podremos descubrir también el entramado de calles propio de una ciudad romana y pasear por una calzada perfectamente conservada. Vemos a los lados de la calzada unas columnas que sostenían un pórtico que recorría las principales calles de Emérita Augusta para proteger a sus ciudadanos de las inclemencias del tiempo y embellecer la ciudad.



En esta última fotografía vemos un cruce de calles con una enorme piedra en medio que, se supone, serviría para regular la circulación (las "rotondas", como se puede comprobar, no son un invento moderno).

Entre estas calles se edificaron importantes mansiones que debieron ser de gran riqueza, con patios porticados (peristilos), columnas, amplias habitaciones, mosaicos, fuentes... Un ejemplo de ellas es la llamada Casa de los Mármoles, en la que se distingue aún su peristilo y la estructura de las habitaciones.


Con la llegada de los nuevos invasores visigodos las mansiones romanas (e incluso las calles) se fueron adaptando y se les fueron haciendo añadidos de carácter más práctico, puesto que estas casas, a partir de entonces, serían siempre ocupadas por varias familias. Por ejemplo, a la entrada de la Casa de los Mármoles observaremos un horno de época visigoda, o el umbral de la casa, que no es otra cosa que... una columna de mármol tumbada sobre el suelo ¡¡¡¡

En definitiva, una visita muy recomendable para aprender historia.
Un paseo perfecto para imaginar Roma.

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